Estados Unidos anunció que buscará aumentar las deportaciones a El Salvador, una cifra que incluye casi exclusivamente venezolanos, que son señalados por la administración del presidente Trump como miembros del Tren de Aragua, ahora considerados como más peligrosos que Al Qaeda.
La secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, al reunirse con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, «para fortalecer la cooperación bilateral en materia de seguridad y migración”, expuso este propósito.
Durante el encuentro en Casa Presidencial, Noem agradeció a Bukele el apoyo en la lucha contra la migración indocumentada.
Noem se reunió con el presidente de El Salvador después de recorrer el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donde la administración Trump ha enviado a decenas de migrantes presuntamente miembros de la organización criminal Tren de Aragua, la mayoría de ellos venezolanos, cuya cuantía y porcentaje pone en duda que sean todos criminales.
Más tarde, la secretaria de Seguridad Nacional aseguró que El Salvador acordó aceptar a más presuntos miembros de la organización criminal Tren de Aragua, que según eso no serán retornados a Venezuela porque la administración Trump vree que el régimen de Nicolás Maduro los soltará.
“Bukele acordó continuar la asociación para asegurarse de que los miembros del Tren de Aragua puedan estar aquí en El Salvador y trabajar juntos para asegurarse de que Cecot sea una instalación que podamos seguir utilizando en el futuro”, dijo.
Noem no respondió directamente cuando un periodista le preguntó si los migrantes deportados de EE.UU permanecerían indefinidamente en el Cecot o eventualmente regresarían a Venezuela.
“Sabes, el presidente Bukele y su equipo planean seguir encarcelando a estos individuos y continuaremos trabajando con ellos para potencialmente usar esa instalación que utilizaremos en el futuro”, dijo.
Noem tampoco respondió si hay algún mecanismo para traer de vuelta a aquellos que fueron deportados, si un juez así lo decide, ya que continúan los desafíos legales contra las deportaciones. “Vamos a dejar que los tribunales sigan su curso”, dijo.
En El Salvador, primera de las tres paradas que Noem hizo, tenía previsto firmar un acuerdo de cooperación para que ambos países compartan los antecedentes penales de los fugitivos y así evitar que personas que han cometido delitos sean liberadas.
Tras su arribo al país centroamericano, Noem se trasladó junto a Gustavo Villatoro, ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, al Cecot —la mega prisión construida por Bukele con capacidad para 40 mil reos— para “ver de primera mano el centro de detención donde se alojan los peores criminales”.
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