Las movilizaciones en Argentina en contra de los recortes al gasto
ordenados por el presidente Javier Milei no han cesado. El Ejecutivo
argumenta que desea ordenar las cuentas nacionales, pero los gremios
aseguran que la reducción de presupuesto podría agudizar la crisis que
atraviesa el país suramericano.
En el camino, hay señalamientos
cruzados. El fin de semana, los trabajadores del Hospital Laura
Bonaparte, que está ubicado en Buenos Aires, denunciaron que el Gobierno
quería cerrarlo, por lo que convocaron a manifestaciones.
Sin
embargo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aclaró el lunes que el
Ejecutivo no prevé cerrar en centro asistencial, sino ejecutar una
reestructuración que permita optimizar los recursos. En paralelo, se
mantiene la incertidumbre entre el personal del nosocomio y los
pacientes.
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