La pésima calidad del agua del Sena ha llevado a la organización
de los Juegos Olímpicos a cancelar los entrenamientos en el río
parisino y a aplazar las competiciones de natación en aguas abiertas,
después de que varios nadadores tuvieran que ser hospitalizados con
bacterias intestinales tras nadar en sus aguas. Ante esta situación, los
atletas buscan opciones para combatir las bacterias E. Coli y los
enterococos que pueden entran en su organismo mientras nadan en un
entorno contaminado.
Se calcula que durante un maratón de 10 kilómetros un nadador puede tragar un promedio de 0,3 litros de agua, así que para hacer frente a los gérmenes algunos deportistas beben Coca-Cola inmediatamente después de nadar en las aguas contaminadas, informa The Wall Street Journal.
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