Un tribunal francés ha dado luz verde a la subasta del Balón e Oro que Diego Maradona recibió por su victoria en el Mundial de 1986, a pesar de las objeciones de sus herederos. El trofeo, que se espera que alcance un precio superior a los 10 millones de euros, podría convertirse en el objeto deportivo más caro de la historia.
La subasta, organizada por la casa de subastas Aguttes, está programada para el 6 de junio. Sin embargo, los abogados de los herederos de Maradona han anunciado que «ejercerán todas las vías de recurso posibles» para impedir la venta. Argumentan que el trofeo fue robado de un banco de Nápoles a finales de la década de 1980 y que, por lo tanto, pertenece legítimamente a la familia.
La disputa por el Balón de Oro de Maradona comenzó en 2016, cuando el coleccionista argelino Abdelhamid B. lo compró en una subasta de bajo perfil por solo 1,20 euros; quien sostiene que adquirió el trofeo de buena fe y que no tenía conocimiento de su procedencia ilícita.
Sin embargo, la familia Maradona afirma que el trofeo fue robado junto con otros objetos personales del astro del fútbol a finales de la década de 1980. Desde entonces, el trofeo había estado desaparecido hasta que reapareció en la subasta de 2016.
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