Rusia acusó al Comité Olímpico Internacional (COI) de un sesgo a favor de Ucrania tras el escándalo en el Mundial de esgrima de 2023, en Milán, donde la sablista ucraniana Olga Kharlan se negó el 27 de julio a saludar a su contrincante, la rusa Anna Smirnova, que competía como atleta neutral.
Kharlan, cuatro veces campeona del mundo, acabó
descalificada por esa infracción del reglamento luego de que Smirnova
protagonizara una protesta sentada durante casi una hora en la pista
ante la inacción de los jueces.
A raíz del escándalo, un portavoz del COI pidió a las federaciones internacionales manejar "con el grado necesario de sensibilidad" las situaciones que involucran a atletas ucranianos y neutrales, de Rusia y Bielorrusia.
"Mantenemos total solidaridad con los atletas ucranianos y la comunidad olímpica de Ucrania", dijo el portavoz a la agencia AFP.
Para el presidente del Comité Olímpico de Rusia, Stanislav Pozdniakov, el comentario del COI "vuelve a poner de manifiesto la duplicidad de las llamadas recomendaciones, criterios y parámetros y, lo que es más importante, destapa la verdadera actitud del principal organismo olímpico a lo que está pasando en el mundo del deporte".
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