La muerte de una bebé de dos meses debido a un virus
respiratorio desató una nueva crisis política para el Gobierno del
presidente de Chile, Gabriel Boric, ya que la oposición intensificó sus
críticas y exigió la destitución de la ministra de Salud, Ximena
Aguilera.
Además de ella, quien está en el centro de la polémica
es el subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, ya que se le
acusa de ser el principal responsable de la insuficiente atención
médica que recibió la víctima, así como de la saturación del sistema
sanitario, en medio de la emergencia por el alza de virus respiratorios
que se padece en el invierno austral.
Aguilera y Araos
comparecieron el lunes por la mañana en la Comisión de Salud del Senado.
Horas más tarde, el Partido Republicano, que lidera a la oposición,
anunció que interpondrá una Acusación Constitucional en contra de la
ministra, lo que equivale a un juicio político que podría culminar con
su destitución.
Durante su exposición, Araos reconoció la magnitud de la crisis. Explicó
que, debido al brote de este año de virus sincicial (respiratorio),
cada semana están siendo atendidos 1.100 menores de edad en condiciones
graves.
Agregó que, de las 1.170 camas pediátricas habilitadas en
el sector público y privados, actualmente están ocupadas 1.094, es
decir, el 93,5 %. Además, se han realizado 209 traslados pediátricos.
La
controversia estalló porque se acusa a las autoridades de no haber
consultado a una clínica privada para saber si, ante la saturación del
sistema público, contaba con camas críticas para atender y trasladar de
manera urgente a la bebé que, finalmente, falleció.
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