El procesado presidente Guillermo Lasso disolvió el parlamento en Ecuador, en medio de protestas y una crisis política que ha provocado las más diversas reacciones, entre ellas la de las Fuerzas Armadas, que anunciaron que ellos van a respetar las decisiones que asuma el mandatario.
El gobernante usó para ello un decreto consagrado en la Constitución, pero solo en casos en la que el Estado y sus instituciones corren severos riesgos.
Lasso firmó el decreto como “de muerte cruzada”, con el cual argumentó y ordenó la disolución de la Asamblea Nacional de este país.
La decisión se toma en medio del juicio político al mandatario que se inició antier, y cuyo desenlace estaba previsto para este el fin de semana.
Los diputados confirmaron que fueron desalojados por la Policía Nacional esta madrugada.
“Ciudadanas, ciudadanos, ante ustedes comparezco para decirles que no es posible avanzar, resolver los problemas de las familias ecuatorianas, enfrentar los profundos desafíos de la inseguridad y el terrorismo con una Asamblea que tiene como proyecto político la desestabilización del gobierno, de la democracia y del Estado”, dijo Lasso en una cadena nacional.
El mecanismo de “muerte cruzada”, implica que tras la disolución del Parlamento, el Consejo Nacional Electoral debe convocar a elecciones generales en un máximo de 90 días para elegir tanto al presidente como a asambleístas. Mientras tanto gobernará por decretos de urgencia económica, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional.
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