El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil imputó a 100 bolsonaristas
radicales por los ataques que devastaron los icónicas sedes de los
poderes en Brasilia el pasado 8 de enero.
El plenario, en
modalidad virtual, logró la mayoría de seis votos, con el emitido el
miércoles por la noche por el juez Luis Roberto Barroso, a favor de
acusar formalmente por primera vez y empezar a juzgar a los autores
intelectuales, incitadores y participantes del vandalismo, que dejó
daños por más de 5 millones de dólares.
Estas 100 personas están
presas provisionalmente. Hay 200 detenidos más, cuyos casos serán
analizados la semana que viene, y otros 1.000 acusados por la Fiscalía
siguen en libertad, a la espera de la formulación de cargos.
Los imputados responderán por un amplio abanico de presuntos crímenes,
como intento de golpe de estado, terrorismo, asociación criminal o
destrozo de patrimonio protegido por la UNESCO. No hay plazo estipulado
para concluir el juicio.
En su denuncia, la Fiscalía asegura que
los partidarios de Bolsonaro se asociaron con intenciones violentas a
través de grupos de las redes sociales para atentar contra el Estado, e
"intentar derrocar, por medio de violencia y amenaza el gobierno
legítimamente constituido".
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