Una huelga de un alcance poco común para Alemania comenzó este lunes a
paralizar todo el sector nacional del transporte, en medio de un reclamo
sindical de aumentos de salarios frente a la inflación.
Los
trabajadores de los aeropuertos, de las compañías que administran las
autopistas y de los transportes locales iniciaron a medianoche (22h00
GMT) un paro de 24 horas.
Esta movilización se inscribe en un
contexto de crecientes tensiones sociales en Alemania, donde las huelgas
para exigir aumentos de salarios se multiplican desde inicios de año,
desde las escuelas hasta los hospitales, pasando por el correo.
A
diferencia de otros países europeos como Francia, un movimiento
conjunto entre los sindicatos EVG y Ver.di, que representan
respectivamente 230.000 trabajadores de las compañías ferroviarias y 2,5
millones de empleados del sector de servicios, es extremadamente raro.
Terreno favorable
Esta
"Mega-Streik" (mega-huelga) -como la bautizaron los medios alemanes-
afecta un país donde los precios se dispararon desde hace más de un año,
con una inflación que llegó a 8,7% en febrero.
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