Rusia ya ha comenzado su esperada “gran ofensiva” en el este de Ucrania,
pero carece de misiles y municiones suficientes para conseguir sus
objetivos estratégicos, según aseguró hoy el jefe de la inteligencia
militar ucraniana, Kyrylo Budánov, en la edición ucraniana de la revista
Forbes.
“La gran ofensiva que ellos tienen en mente ya está en
marcha”, declaró Budánov, pese a lo que, agregó, es apenas perceptible
debido a las carencias, en materia de armamento y de munición, de las
fuerzas rusas.
Según el jefe de la inteligencia militar
ucraniana, “el objetivo estratégico de Moscú es llegar antes del 31 de
marzo a las fronteras administrativas de las regiones de Lugansk y
Donetsk”, dos territorios del este de Ucrania que Rusia ocupa
parcialmente y en los que se están produciendo los combates de más
intensidad.
Budánov se mostró convencido de que el Kremlin no
tiene opciones de cumplir estos objetivos, debido al ritmo acelerado al
que está agotando sus municiones y sus misiles y al escaso entrenamiento
de los nuevos soldados que ha movilizado.
Según Budánov, ni la
producción de la industria armamentística rusa ni las importaciones
iraníes son capaces de compensar el derroche de armamento y munición en
que Rusia está incurriendo en batallas como la que se libra por la
ciudad de Bajmut, en la región de Donetsk.
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