El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió perdón este miércoles a
las víctimas de dos masacres perpetradas por paramilitares a finales de
la década de 1990, acatando una orden emitida por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en 2006.
"Como representante
hoy del Estado colombiano debo pedirles perdón a todas las víctimas
familiares y a las víctimas que ya no nos pueden acompañar porque fueron
asesinadas por el mismo Estado, un Estado asesino", expresó Petro en un
acto público en la ciudad de Medellín (noroeste).
A 100
kilómetros de allí, en el municipio de Ituango, paramilitares de extrema
derecha masacraron a civiles indefensos en los poblados de El Aro y La
Granja en 1997 y 1996, respectivamente.
Al inicio de su
intervención el mandatario leyó los nombres de las 19 personas que
murieron en estos hechos, por los que la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CorteIDH) responsabilizó al Estado en 2006.
El tribunal ordenó indemnizar a cada uno de los familiares de los
fallecidos con 10.000 dólares y realizar un acto de reconocimiento
público, entre otras reparaciones.
El Estado colombiano hizo un
"reconocimiento parcial de responsabilidad" por escrito ante la Corte e
indemnizó a las víctimas hace años, pero había omitido el evento
público.
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