El cohete SLS de la NASA, el más potente del mundo, despegó este
miércoles desde Florida en medio de un ruido ensordecedor rumbo a la
Luna, en la primera misión sin tripulación del programa Artemis de la
agencia espacial estadounidense.
El cohete se elevó como una gigantesca bola de fuego a las 01h47 hora local (06h47 GMT) desde el Centro Espacial Kennedy.
Tras
dos cancelaciones de último momento hace unos meses por problemas
técnicos y luego dos huracanes que retrasaron el lanzamiento varias
semanas, el tercer intento resultó exitoso.
La misión Artemis 1 está prevista para durar 25 días y le esperan todavía varias etapas delicadas.
Cincuenta
años después de la última misión Apolo, este vuelo de prueba no
tripulado, que sobrevolará la Luna sin aterrizar en su superficie, busca
confirmar si el vehículo es seguro para llevar a una futura
tripulación.
El lanzamiento marca el gran comienzo del programa Artemis, que quiere
enviar a la primera mujer y a la primera persona negra a la Luna.
El objetivo es establecer allí una presencia humana duradera, como preparación para un viaje a Marte.
"Este
cohete ha costado mucho sudor y lágrimas", dijo el martes el jefe de la
NASA, Bill Nelson. "Nos permitirá volar a la Luna y volver durante
décadas", aseguró.
Un último impulso de la etapa superior pondrá a la cápsula Orión en camino hacia la Luna, a la que llegará en pocos días.
Allí,
se situará en una órbita lejana durante aproximadamente una semana,
aventurándose hasta 64.000 km detrás de la Luna, un récord para una
cápsula habitable.
Por último, Orión iniciará su regreso a la
Tierra, probando su escudo térmico, el más grande jamás construido. Al
cruzar la atmósfera tendrá que soportar temperaturas la mitad de
calientes que la superficie del Sol.
El aterrizaje en el Océano Pacífico está previsto para el 11 de diciembre.
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