El servicio eléctrico en Cuba comenzó un lento regreso este miércoles a
los circuitos del país, tras sufrir la noche del martes un colapso
atribuido al potente huracán Ian, que dejó 2 muertos.
"¡¡¡Llegó!!!!!!"
gritaron vecinos de La Habana Vieja, que corrieron a revisar sus
congeladores y el estado de los alimentos que guardan.
En el
estado de escasez y crisis que enfrentan los cubanos desde hace tres
años, los alimentos congelados, generalmente pollo, constituyen el bien
más preciado y mejor administrado por las amas de casa, que hacen magia
para poner tres comidas diarias sobre la mesa.
Lo mismo ocurrió
en zonas de Centro Habana, otro municipio de esta capital de 2,1
millones de habitantes. Ambas demarcaciones tienen líneas eléctricas
soterradas, menos susceptibles de sufrir averías por los vientos de Ian,
el feroz huracán que golpeó con fuerza a la isla, dejando dos muertos
por derrumbes y cuantiosos daños.
La noche del miércoles, pocas
zonas de La Habana habían recuperado el servicio y la mayor parte del
país continuaba sin electricidad.
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