El papa Francisco alertó hoy de que existe aún el riesgo de una guerra
nuclear y pidió a los científicos del mundo que se unan en una voluntad
común de desarme y en una fuerza para la paz, al recibir en una
audiencia en el Vaticano a representantes de la Academia Pontifica de
las Ciencias.
"Los riesgos para las personas y el planeta son
cada vez mayores. San Juan Pablo II dio gracias a Dios porque, por la
intercesión de María, el mundo se había salvado de la guerra atómica.
Desgraciadamente, debemos seguir rezando por este peligro, que debería
haberse evitado hace tiempo", dijo Francisco.
"Después de las dos
trágicas guerras mundiales, (...) la historia muestra signos de
retroceso. No solo se intensifican los conflictos anacrónicos, sino que
resurgen los nacionalismos cerrados, exagerados y agresivos y las nuevas
guerras de dominación, que afectan a los civiles, los ancianos, los
niños y los enfermos, y causan destrucción por doquier. Los numerosos
conflictos armados son muy preocupantes. Dije que era una tercera guerra
mundial 'a trozos', hoy podemos decir 'total'", añadió.
En su encuentro con los participantes en la Sesión Plenaria de la
institución científica fundada por la Iglesia en 1603, Francisco subrayó
que "es necesario movilizar todos los conocimientos basados en la
ciencia y la experiencia para superar la miseria, la pobreza, la nueva
esclavitud, y evitar las guerras".
"Al rechazar ciertas
investigaciones, inevitablemente destinadas, en circunstancias
históricas concretas, a fines mortales, los científicos de todo el mundo
pueden unirse en una voluntad común de desarmar la ciencia y formar una
fuerza para la paz", aseguró.
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