Agencias
de seguridad y servicios de vigilancia de todo el mundo vuelven a estar
pendientes otra vez de dónde caerán los restos de un cohete chino; se
trata del Long March 5B, con una masa estimada de unas 25 toneladas y
que viaja sin control a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora.
Según
los últimos datos de su monitorización, los restos del cohete entrarán
en la atmósfera terrestre en algún momento de este fin de semana, con
una ventana de reentrada entre las 08:53 PM del sábado (06:53 PM / GMT) y
las 12:53 PM del domingo hora española (10:53 AM / GMT); las
estimaciones más certeras solo se podrán hacer unas pocas horas antes
del reingreso.
Los cálculos de los expertos, a partir de observaciones y modelos matemáticos, apuntan que los restos del vehículo, en el caso de que no se desintegre por completo en la atmósfera, caerían en algún punto entre los paralelos 41, con mayor probabilidad en el océano.
Por
tanto, las posibilidades de que la caída sea sobre superficie terrestre
son muy bajas, confirma a Efe Jorge Lomba, jefe del departamento de
Espacio del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI),
quien puntualiza que el cohete sobrevolará territorio español únicamente
en tres órbitas de minuto y medio en los próximos dos días.
Aun así, se desconoce exactamente dónde aterrizará, pero el posible campo de escombros incluye Estados Unidos, India, Australia, África, Brasil y el sudeste asiático, según The Aerospace Corporation, un centro de investigación sin ánimo de lucro financiado por el gobierno estadounidense y con sede en California.
Por este motivo, porque además puede afectar al espacio aéreo, como
alertó ayer la Agencia Europea de Seguridad Aérea, hay que vigilarlo.
Eso es lo que se está haciendo desde Estados Unidos o desde el Servicio
de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST).
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