Un tribunal de Brasil ordenó este viernes el arresto del colombiano Óscar Eduardo Salazar Molina, acusado de integrar una red de narcotraficantes que operaba en Brasil y que huyó a España, de donde también es prófugo, y que fue detenido el año pasado en Venezuela, informaron fuentes oficiales.
La detención fue ordenada por el Tribunal Regional Federal de la Quinta Región luego de que un juez de primera instancia se negara a ordenar el arresto y ante el recurso presentado por el Ministerio Público Federal, informó esta entidad.
La orden de prisión es necesaria para que la Fiscalía pueda iniciar los trámites para que la Justicia brasileña solicite la extradición de Salazar Molina a Venezuela.
El colombiano fue arrestado el 25 de enero de 2020 en el aeropuerto internacional de Maiquetía debido a que su nombre figuraba en la lista roja de buscados por la Interpol, ya que era procesado en Brasil por los delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
Pero la Justicia venezolana alertó que no existía ninguna solicitud de extradición de Brasil y dio un plazo a las autoridades brasileñas para que lo hicieran antes de liberar al detenido.
Según un comunicado del Ministerio Público, Salazar Molina fue detenido en diciembre de 2009 en Brasil en desarrollo de una operación de la Policía Federal y de las autoridades españolas que desmontó una organización que enviaba drogas a España a partir de la ciudad brasileña de Natal (nordeste).
En 2011, sin embargo, un juez de primera instancia le concedió la libertad condicional, que aprovechó para huir de Brasil.
«Durante ocho años no solo se escondió de la Justicia brasileña, sino que se negó a constituir un abogado que los representara en el proceso abierto en su contra en 2012, por lo que el trámite tuvo que ser paralizado», según el comunicado.
En noviembre de 2015 la Justicia brasileña condenó a siete extranjeros acusados de ser los cómplices del colombiano en la organización de narcotraficantes que actuaba en Brasil, entre ellos al español Salvador Costa Arostegui, acusado de ser el jefe de la banda y quien recibió una pena de 18 años de prisión.
Salazar Molina fue arrestado en España en abril de 2018, pero las autoridades españolas rechazaron la petición de extradición hecha por Brasil debido a que «fue condenado en España por los mismos crímenes que motivaron la solicitud brasileña y por estar respondiendo a juicio» en ese país por otros crímenes.
Molina Salazar también obtuvo el beneficio de la libertad condicional en España, de donde huyó hacia Venezuela.
En la petición en que solicita la orden de arresto, la Fiscalía alega que «hay indicios de que el procesado siguió operando en la red criminal tras haber sido detenido e incluso cuando estaba en libertad condicional».
La Fiscalía también rechazó el argumento del juez de primera instancia, que se negó a ordenar su detención debido a que la extradición podría demorarse demasiado por la actual crisis diplomática entre Brasil y Venezuela.
El acusado «es prófugo de la Justicia brasileña hace muchos años, y se evadió del país y enseguida de España, para dirigirse a Venezuela probablemente para dar continuidad al desarrollo de sus actividades criminales», afirma la Fiscalía en su petición.
De acuerdo con el Ministerio Público, el procesado tan solo designó un abogado para representarlo en Brasil el año pasado luego de que Venezuela le negara la libertad condicional mientras esperaba una petición de extradición de las autoridades brasileñas.
En el proceso que se le sigue en Brasil es acusado de haber participado en el «lavado» de cerca de 900.000 euros procedentes del narcotráfico mediante la compra de inmuebles en Natal a partir de las empresas de Salvador Costa Arostegui y de las cuales su hermano, Gustavo Salazar Molina, era socio.
En la investigación fueron «registrados diálogos entre Salazar Molina y Costa Arostegui sobre intentos de transportar contenedores cargados de drogas desde Venezuela hasta España», según el comunicado del Ministerio Público.
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