De la hegemonía cultural e individualista de Norteamérica al colectivismo latinoamericano en una búsqueda por romper con las disciplinas artísticas convencionales, así es la nueva muestra del Museo Reina Sofía titulada Los enemigos de la poesía. Resistencias en América Latina.
“Existe un gran contraste entre la concepción individualista y norteamericana de ver el arte, y la voluntad colectiva de Latinoamérica de romper con las disciplinas artísticas del momento, algo que explota en los años 60”, explica el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.
Como parte de la profunda reordenación a la que se somete el Museo Reina Sofía, que mostrará un mayor número de obras de su colección a través de 22 salas nuevas en noviembre, el museo presentó en Nouvel 1 el segundo de los seis episodios en los que fragmenta estos nuevos contenidos.
“Más de 90% de lo que hay aquí es nuevo, y es el resultado de un trabajo minucioso de varios años” desgrana el director sobre la muestra, que exhibe arte producido entre 1964 y 1987 en América Latina, mediante obras marcadas por las transformaciones políticas de la época y por la aparición de nuevas prácticas artísticas.
“Si Estados Unidos promovía una forma individual de vivir el arte, enfocado desde un mundo abstracto que se dirigía a exposiciones y a composiciones ópticas, América Latina muestra una voluntad colectivista, explorando con el uso formatos transdisciplinares”, desgrana.
A través de más de 100 obras distribuidas en 10 salas muestran desde “esculturas que se convierten en espacio” bajo el concepto de “arte expandido” a formatos que trascienden las formas clásicas como la pintura o la fotografía para “experimentar con nuevos lenguajes” como la tecnología de comunicación de masas.
Cobra protagonismo el arte postal, que permitió que los artistas pudieran “intercambiar sus percepciones”, además de la utilización del propio cuerpo como herramienta expresiva en performances que buscaban “redefinir” el concepto del espectador, y que forman parte de esta muestra perteneciente al fondo de la Biblioteca y Centro de Documentación del Museo.
“Es fundamental resaltar la importancia del propio territorio. La idea de Latinoamérica es una idea europea que estos artistas cuestionan preguntándose en qué consisten realmente las américas. Exploran la idea del territorio y expanden estos conceptos sobre las calles”, explica haciendo referencia a los carteles y afiches, que conforman una gran parte de la muestra.
Esta exploración del propio territorio conforma un concepto “complejo y muy plural”, integrado por varios países con identidades y rasgos autóctonos propios, en obras que “desde aproximadamente 2012 han llegado como parte de la generosidad de los miembros de la Fundación Museo Reina Sofía”, señaló el director.
Desde Nuevas experiencias en Brasil, que da comienzo al recorrido hablando por el arte de este país desde los 60 a los 70 a Más allá de lo concreto, que muestra el trabajo de artistas procedentes del neoconcretismo, como el colectivo brasileño Poema/proceso, que habla de la poesía como lugar de experimentación.
Trabajando con el espacio muestra el trabajo de los venezolanos Jesús Soto y Gego a través de obras que se expanden en el espacio con la intención de hacer partícipe al espectador, y Argentina y Mayo del 68 presenta artistas calados de este espíritu y que caminan hacia el compromiso social, como Edgardo o Roberto Jacoby.
La muestra también recorre espacios como Arte postal y multimedia, La Masacre de Puerto Montt, El mapa no es el lugar, Violencia estructural en Perú y también Para verte mejor, América Latina o Chile y la dictadura de Pinochet, en los que las diferentes realidades artísticas de Latinoamérica convergen en un mismo espacio.
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