La Unión Europea y Libia son responsables de que los migrantes y refugiados que cruzan el Mediterráneo central estén desprotegidos, dijo hoy la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, que pidió a los gobiernos que den marcha atrás en las decisiones que han provocado que disminuyan las operaciones de búsqueda y rescate en esa ruta migratoria.
Según Bachelet, la ausencia de protección para quienes se lanzan al mar con el deseo de llegar a Europa "no es una trágica anomalía, sino la consecuencia de decisiones y prácticas concretas de las autoridades libas, de los Estados miembros y de las instituciones de la Unión Europea, y de otros actores que han creado en conjunto un ambiente que pone en riesgo la dignidad y los derechos humanos de los migrantes".
Solo en la ruta del Mediterráneo central, sólo este año han muerto 632 personas a pesar de que el número total de llegadas a Europa ha disminuido notablemente-
Muchas de estas víctimas son niños. Precisamente ayer varios periodistas freelance así como activistas en defensa de los derechos humanos compartieron en redes sociales unas duras imágenes que muestran los cadáveres de varios menores, arrastrados por la fuerza del mar hasta la playa de Zuwara, en Libia.
La periodista italiana Nancy Porsi, experta en crisis migratorias, compartió unas imágenes en las que los cuerpos de al menos dos niños han sido arrastrados hasta la orilla de una playa. Junto a las fotografías, un mensaje: "Una masacre interminable". Las víctimas del naufragio fueron enterradas por militares libios en el cementerio de Abu Qamash.
Oscar Camps, fundador de la ONG Open Arms que realiza rescates de migrantes en el mar, también compartió estas fotografías. Además, Camps aseguraba que los cadáveres en la playa de Zuwara habían permanecido allí durante tres días hasta finalmente ser enterrados.
Esas historias son la cara humana del drama migratorio. Este miércoles, la Oficina de la alta comisionada publicó un informe sobre la búsqueda y rescate de inmigrantes en el Mediterráneo central -la ruta que vincula Libia con la costa de Italia- durante el año 2020, periodo en el que su interceptación y devolución forzada a Libia aumentó con respecto al año anterior.
En 2020, la Guardia Costera Libia interceptó 10.352 personas, según cifras oficiales, y los obligó a regresar a Libia, frente a 8.403 en 2019. Muchos de ellos sufrieron detenciones arbitrarias a su retorno. En el informe se constata que en el periodo analizado la UE y los países miembros no sólo redujeron significativamente sus operaciones marítimas de búsqueda y rescate, sino que la labor de oenegés humanitarias que cumplían este cometido fue obstaculizada.
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